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--i~-

'l'lllntes en la Gran Bretana ,

y

en la Fr.i.ncia: ella esta entretegida en sus Cons·

titucio ne . P ero es menes ter confe ar que esta es

una

d octrina m a s propia para

s er inculcada

a

los p1·incipes, que imprudentemente ens fiada

y

proclnmada

zil

pueblo . Segun decia con mucha razon el ilustre

Fox ,

esle es un p1incipio

que debemos <l eseaT no sea nunca olvidado por los R eyes,

y

1·ecordado rara1

'feces por los aUbdiLOa .

XI.

Terra salut1fera s l1erbas, eademque nocentes

Nca rit

;

ed urt icae pr·o:rima saepe rosa est.

Si fuese posible que un pueblo educa <lo

y

crecido bajo un sistema intolerante

y

arbitra1·io, pndi ese d e n oca rle s in come er actos d e l ocura

y

crueldad, qu erla–

rlan r emOYidas l a

rni tad d e

las o hgecciones contra el poder d esp6tico . En este

caso' nos veri am os o bl igados

a

c onfes;:i r que

a

lo n1e nos no produce p ernicio-

905

efectos sobre el curacter mor al e intelectuul cle un pueblo . D e ploro los aten–

'tados que acompaiian

a

l as rev l uc io nes: m as cuanto m as vio l e ntos son ellos , wnto

m as h on<lamente con oz c

y

s iento que

u rza r e<,olncion era n ecesnria.

Su "io–

] e n ia sera siempre p r o porci onada

a

l a feroc ida d

c

igno r a 11 c ia d el pueblo;

y

la

f er ocidad e ignoran c ia d e es te sera p1·oporcionada

a

la orresion

y

d egrad nc ion

b ajo l as cuale

!ta e stado a cost umbrado

8.

viv ir . T a l

fu c

l a guerra civil de

ln–

~latcna .

Los gobernantes d e la igl es ia

y

d el estado cosech ron lo que h abian

sembr atlo. Habi a n p rohibido l a

libre discus ion; habia n h echo los mayores e&–

f uerzos para mantener al pueblo ignorante de sus d e ber es

y

d e sus d erecbos·–

la

r Lrihncio n

fue

justa

y

na tural. Si sufrieron p or la ignorancia popula1·

foe

porque ell 0 mi smos hahian ocultaclo l a

llave d el saber; si fu ron

awca<lo•

con fnri a ciega,

foe

porque ellos h a bian exigido una

igualmente ciega su–

n>1 io n.

"Es

de la naturaleza d el rlemonio clc l a

tirania el a torrnenta.1

y

destrozar

al cuerpo que abandona. <.Pero acaso las mi serias d e la continuada pasesio.12

aon m enos h or ribles que

l os sacndimientos cl el trem endo exor cismo?n

Corre~ponde

a

l a

indole de tales

revol uciones el que si empre se ven al

principio l

p eor d e ellas . Hasta que los h omb1·es han sido durante algun

tiern~

Po

l ibres, no saben e6rno hacer nso de su libenacl. Los naturales de aquellos