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-76-

:i

fas mejoras politicas porqu(' Campomanes

y

el mi mo Jovellanos no sintieron

la

necesidad imperiosa de afianzar las prel·ogativas <lei Trono

y

los derechos de

los Ciudadanos por medio de una Constitucion como

~a

qae nuestros delega–

dos populares han sanciona<lo. En el ou·o lado esta el fanatico d el movimien–

to rapidisimo, que habla con

de~precio

d e la Cons titucion de 1837, porque no

ha erigido en Espana altares para

todos los cultos-porque ha sentado la se–

guridad

y

decoro de la Corona sobre ::mchas bases-porque exige algunas garan–

tias de moderacion

y

acie rto

a

los

q11e-

eligen

y

a los que son elegi<los para el

grave cargo de representantes d e una nacion que reconoce la monarquia. Si

volviese los ojos acia las naciones vecinas, encontraria

los mismos ep·orcs, las

~i

mas inju ticia.s. En todas partes se pa1·ecen los hombres uuos

a

otros de un

Tnodo completo. Y en materias

COIDO

e

ta

es

donde se confirma , a mi juicio",

el dicho d el gran Verulamio :

«

Citius emergit veritas ex errore quam e:c

co1ifusione.

»

EI primet' error afecta directamente las- cue tiones pr:icticas,

y

obstI·uye

las.

•utiles r eformas : puede ser po1· tanto el mas pernicioso de los d os. Pero el se–

·gundo es igualmeute ab urclo;

y

po 1· Jo

meuos es

sintom::i de flaco entendirnien–

·to

y

de poco amable tempera.men to . Hai en el espfri tu de

much.as

g.entes una

ltendencia

a

privar de

SU

honrada fama a los Olenh echores de

la

especie huma–

"Tlaj

y a

coiocar en eI propio ni vel

a

los peores

y

:i

los u:rejores hombI c:s de los.

·pasados tiempos. El autor de una reforma,

ca~i

siempre es impopular en su

•siglo : generalmeute pasa su vida entre

inqu ietud

y

p ellg1·0. Interesa :i nuestrn

Taza que la m emoria d e tales ho1nbres sea reverenci.ada,

y

que se sientau sos–

-ieniclos contra el d esprecio

y

odio de sus. co ntemporaneos, por la. esperanza de

-Iegar un nombre ilustre

e

impereced ero. Formar

la

va nguardia de la verdad

·es un servicio arri esgado :

;_quie n le emprendera si al mismo tiempo no es un

·servicio de honra ? Bien fiicil es, despues que se ban ganado los baluartes , ba–

·llar in<lividuos que planten la bandera sabre

la

m as a lta t01Te. La dificultad

sta

en hallar indivicluos que m arc hen los prime1·os

a

la b1·echa;

y

en verdad

' seri a m ala politica insultar s us cada veres, porque cayeron en esa brecha,

Y

no

·vi ieron hasta penetrar en

la

ciudadela.

Los hombres capaces d e hace r descub1imientos son generalmente los mas in–

·dulgentes con los otros . Aquellos que ansiosamente se adeiantan en busca de la

·verdad , son agradecidos con respecto

a

los que les han abierto- una pulgada dd

-camino. Casi siempre el hombre inferior

a

la mecliocridad , el hombre que a

dnras penas tiene capacidad para recoger

y

repetir los lugares comunes que es–

tan de moda en su tiempo, es el mismo que mira con desden a aquellas inte–

··ngencias a las cuales es d e udor d e que esos lugares comunes no sean todavia con–

siderados como sorprendentes paradojas, 6 condenables he1·egias.