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nales, seres que constituyen el mundo espiritual, y como objeto
menos peopio de aquel estado, al mundo corpóreo
y
sensibl .
En el estado de union el alma no tiene intlliciou inmediat.a de
sí misma, sino una intuicion mediata de sus acto. ,por medio do
los cuales venimos en conocimiento de su naturaleza: tampo<"o
tenemos intuicion de Dios, ni de los ángeles, sino que los conoce–
mos por raciocinios fundados en comparaciones, analogías, rela–
ciones
J
l'emocion de imperfecciones. En .
el
pstado de ;'epal'<I–
cion, el alma alcanza un conocillliento de Dios mucho mas pe l'–
fecto que el de esta vida, se conoce á sí misma por in tuicion di–
recta de su sust,)¡ucia¡ conoce las demas sustancias espirituale&,
Ú,
s an los ángeles por mtuicion indirecta
ó
anal9gía, sin embargo,
este conocimiento no será tan perfecto como el que c(i)mpete
á
un
¡Íngell'especto de otro, en at,encion
á
que la inteligenc ia bumana
es inferior. El alma separada, conoce los seres de un óroen infe–
~iol'
y los que cunstituyen el mundo, por mecho de la ideas ad–
quiridas en esta vida
y
conser vadas en el entendimiento,
ó
por
medio de ideas infusas, análogas á las que Dios iufuude
{t
lo.,.
á.ngeles.
XVI.
InlllOl'
talid.addel
alma
n~eimml.
La inmortalidad
natuml
del alma se denomina
interna.
VD
('lmnto que radica en la natllraieza de lasusta,ncia inmortal ,
r'í
t' n
la
indi.solubilidad que goza el alma por su
n:1turalez~
Ja
inmu r–
ta,lielad
exte'rna
es la peruJaoencia del alma.
eOD
er vac1a por Dio. ,
despues de la disolucion del cuerpo,
y
su destiuo
{t
otra \'ilb qm'
ha de durar perpétuamonte. El alma e imple porque care
e'
d0
partes, luogo no puede dejal' de exL ti r por descomposi cion de
partes, como acontece en las sustancias compuesta., lu ego exclu,
ye por su propia na.turaleza. todo pl'inuipio interno de COT'l'upcion.
La inteligencia
y
voluntad libre son facultades iudel)PDclicntes po r
'u naturaleza
y
superiol'el>
{t,
todo cuerpo; las fuuciones propia.
ü
e. tas facultades on verclapems operacione.: vita.les, como lo.
e:–
píritus angéli cos sou eres vi riente'; luego el alma sepnrada
del
cuerpo posee l;¡,s condiciones necesaria para la vida intelect,ual.
Sabido 'es que las operaciones específi cas del alma racional, ad–
quieren nobl eza y perfeccion
á
medida que se
al ~jan
oe la:;;
GOn–
diciones de la materia, por consiguiente
DO
pu eJe uepender, en
uanto
á
u ser
y
sustancia, de la existen ia . uníon con el
.cuerpo.
Por otra parte Dios no aniqtúla los seres que ha criado; si el