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• lila operacion de una cosa demuestra el ser' de la misma, puesto
4 ue oualquiera agente obra en ouanto es tal ser,
y
la operacion
propia de una cosa es conforme
á
su naturaleza propia.' La in–
teleccion es un acto propiamente espiritual, y se halla en :Dio
y los ángeles, puros espíritus.
v.
Resué.lvense las
o~jecio:nes.
Locke inglés dice que no puede demostrarse que ·el pensa:.
miento repugne esencialmente
á
la wateria, porque no conoce–
mos la esencia de esta. Se responde que es
t~Lltlo
que para de–
mostrar esa incompatbiilidad, sea Vreci.o conocer completamon–
te la esencia de la materia, pues basta demostrar que el pensa–
miento es
incomp~ttible
con alguno de los atributos de lamaKeria,
y
que el modo de obrar del entendimiento no tiene nada de co–
mun con el modo de obrar de los cuerpos, ' Si la razon de Lockg
valiese algo tampoco se )lodl'ia demostrar la exi teuria,
ó
la uni–
dad
ó
i:Ijmateria.idad de Lios, porqne no conocemos perfectamen
te su es(ncia. - ,
Objetan los mat riali12tRs: si faltan los n('r"ios
ó
no comuni–
can con
~l
cerebro,
DO
se oLs(r an s€nsacjones en el alma; luego
las sensa< iOl es
fu
ben atl ibuirse á los nenios
ú
órganos. No
"e
sigue la cunsecnelJcia de este
al;g1~mento,
porq ue de que los nér–
vios y' cerebro sean condiciones para que se rerifique la sensa–
cion, no e infiere que ellos la verifiquen; así como tambien se n'e–
cesita luz para ver, y nadie dice que la luz verifique la vision
ó
actq de ver.
Objetaba Lucrecio: las facultades siguen los estadqs del cuer–
po, así cuando el cuerpo es tierno, ellas son tiernas, cuándo es ro–
busto, son robustas, cuando está. enfermo, enferman, cuando
env~j ece,
envejeyen,
y
cuando muere, mueren; luego el alma no
,'e distingue de la ol'ganizacion corporal. Este argumento no
prueba 'mas que los órganos por una ley establecida por Dios son
necesarios para que se ejerzan las funciones del alma: pero de
aquí DO se sigue la identidad entí'e los órganos y el alma. En
l'esiunen, el alma se balla sujeta
á
las mutaciones del cuerpo en
cuanto al obrar,
y
aUDj3sto no dkectamente y en cuanto á todas
_las ]?eraciones, sino so lo indireotamente y 'en cuanto algunas
operaciones, se concede, en cuanto la sustancia propia
ó
el er
del alma en sí misma, se niega.