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I
JI.
Obsel'vaciones previas.
La 'palabra
yo
muchas veces designa al alma DO considetada
'bajq
todo respecto, sino tan solo en cuar¡.to se manifiesta
{t
sí mis–
ma, ó tiene conciencia de sí misma; y en este sentido se extiende
menos que ment,e
ó
alma. Comunmente hablando, el
yo
designa
lapet;sona,
esto es, el individuo que en el hombre resnlta del alma
y del cuerpo unidos entre sí. Por tanto el
yo
humano DO es
~J
alma sola ni el cuerpo solo, es la persona humana,
y
la pel ODa.
humana es el supuesto; el individuo resulta de la union
~ustancial
del alma con el cuerpo.
Conocemos las SLlstltDCias por sus propiedades. Así podemos
asentar este principio genera l: ·Dos sustancias no pueden ser
idénticas, cuando tienen propiedades opuestas, COllO las
tien~n
el espíritu y la materia.
III.
Refutacion
del matel'ia.Jismo.
Materialismo es la doctrina de los que aseveran que la men–
te humana no ·es algo distinto del cuerpo,
y
que pe·reoe toda ella
con el cuerpo, sin la existencia de una vida ulterior. De la Me–
trie aSAver,a erróneamente que el pensar solo consiste en modili–
carse lamédulacerebrai. Hobbes afirma que
cu~ndo
se siente
y '
se pien a, solo las partes mas sútiles del cuerpo hacen una reac–
cion
á
la accion de las impresIones externas, Pedro Cabauis (muer–
to en 1808), escribe que el cerebro elabora las varias impresione '
orgánicas formando de el1as afecciones El ideas casi
á
la manera
que el estómago di giere los alimentos y forma de ellos el. quilo,
la sangre etc., Antonio Destult d:e 'fracy (muerto en 1,836) dice
que en el hombre solo hay cuerpo que obra con una fuerza qu
se deriva de la ley de la atraccion,
BrOl~ssajs
(muerto en 1838) a, e–
gura que
toda~
las afecciones tanto intelectuales como mora.lef;
son solamente diversos modos con que se exita el si tema ner–
vioso. Otros errores enseñaron los materialistas Helvecio y
d'
Holbach.
Locke
y
Jouffroy enseñaron una doctrina que favorece mu–
cho al materiali smo. Sabido es que el ma,teriali¡;;mo oontraría al
sentido comun de los hombres,
á
la sana 1ilosofia,
á
la recta razon