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ENT RET ENIMIENT OS
presuntuoso que perverso,, se rendirá
á
1as
l uces de la ra7..on, y plllguiera
á
los Dioses,
que se ·parecieran
á
él todos nuestros Athe-
nienses.
'
EN'JlRETENIMIENTO SEGUNDO.
':}!o hay virtttd, por ínfima que pai·ezca,
que no contribuya
á
la f elicidad de los hom–
bres. Es el objeto principal de la P olítica
arreglar las costumbres. No hay sin ellas
buen gobierno. R eparan los vicios. Obje-
ciones de Aristias
,
y nspuestas
de Phocion.
N o se engañó Phocion , querido Cleopha–
nes. Sus p.!labras, como una r.1faga de llama,
habian encend ido mucho fuego. en el cora–
zon de Aristias. Vino este joven ayer
á
m i
casa ,
y
en1baramdo en
detenerme ,
no se
atrevia
á
mfrarn1c. ¡Qué
!;ilbio
es
Phocion
!
me
dixo rnmpiendo su silencio. 'Yo me per–
dia, y sus·discursos han hecho revivir en
mí
un gusto
a
la virtud , que yo mismo trabaja–
ba
infelizmente
para
destruirla. i Qué ilus–
tl"ado me ha parecido , aunque abatia mi
amor propio!
No
temia otra cosa, que
pa–
recerle tan despreci.,ble , como yo me
pare–
cia a mí mismo. Despues que le he visto ,solo
me