DE PHOCION.
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mas q ne funestos presagios de una próxi–
m a servidumbre,
y
así voy
á
buscar
el
con–
suelo en los Entretenimientos de Phocion.
Derrama mi corazon en el seno sus temo–
res,
'é
inquietudes: solamente, me dice, son
inmortales los Dioses·: los Impc:¡rios y las
Repúblicas se forman, y se elevañ, y su mis–
ma prosperidad, de que siempre abusan, es
el signo de su decadencia: son obras de los
hombres , y así llevan la marca de su debi·
lidad , y están sujetas corno ellos
á
lds en·
.fermedades ,
á
la cad uquéz , y
á
la rn uerte:
tú,
y yo deberíamos haber nacido en tiem•
Pº. mas dichoso : es muy dulce bogar so–
bre la mar , quando un favorable viento
agita blandamente las olas , y el Piloto di·
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rige su derrota con la serenidad de los cic·
los. Pero no murmuremos contra
el
orden
eterno de las cosas, que no nos ha dcsti·
m. ·
.yá
esta dicha: en medio de un mar tem•
pest
•OSO ,
y cubierto de escollos , debemos
aguardar contra toda esperanza, si es posible,
y
no abandonar f!oxamcnte la maniobra <le
la Nave. No, querido Nicocles, me dixo
Phocion , no es permitido jamas el deses–
perar de la salud de la República : oponed
gran sabiduría
:í
loi desórdenes grandes,
y
A2
á
toda !a
Greciat
St
Platon llamaba sediciones estas crueles
~~=~~~ta~l~~a
á
v;rns~~s~~os~O:!¡S:~on
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Griegos, y