~
ENTRETENIMIENTOS
ten tan depravados nuestros Ciudadanos,
que d esprecien constantemente su FiJosofia;
y
si
á
esta consultamos , presto ,nos parcce–
rémos
á
nuestros padres , viendo renacer
con p rontitud
á
Miltiades, Aristides ; Te–
mistocles.l. Ci mon ,
y
una R epública dig–
na de estos grandes hombres.
Penetrado de dolor
á
vista de los v icios
que han contaminado las almas de nuestros
Ciudadanos ,
y
de las implacables guerras
que han sucedido
á
las quejas pasageras, que
turbaban en otro tiempo la Grecia sin di–
vidirla (
1) ,
creo no ver por todas partes
mas
(r) Antes de la gueru del Peloponeso formab:in una Re–
públic.:i; confeder:ida , casi como está hoy la Suiza , fas Ciu–
dades de la Grecia , libres,
é
independientes ; pero unidas
por alianza
y
juramento.
A
pesar de las controversias que
algunas veces se Jevan1aban emre los aliados , creian los
Griegos que toda 13 Nacion no tenia , ni podia tener mas
que un mismo interes, y no miraban como guerras vcr–
.daderas hs
hostilidades
que mutuamente se
hl\cian:
"~º
es
lo que hacía decir
á
Pl3tun : u A la verClad digo,
<J~
•
.dos
" los Griegos son entre sí muy cercanos y
parien~,
('ero
-,, diversos y extraños de los I?árbaros: :: T odas las veces
" que la Grecia pelee C'Ontra los bárbaros, 6 Jos bárbaros
" contra los Griegos , afirmarémos que tienen guerra , y
" que son enemigos por naturalez3,
y
Hamarémos batalla
á
" estas enemist3des. Pero quando los Griegos
se
levantan
,, contra los mismos Griegos , dirémos que ellos- son ami–
" gos por naturaleza , que en esto p:idece enfcrmt!dad la
,, Grecia , y es agilada con sediciones , y
á
estas 13s
llama–
" rémos enemistades." Piaton en el
lib.
S'·
de
/3
R-ep.
La
guerra del Peloponeso , emprendida por ideas de ambician,
y sostenida con la mayor obstinacion cerca de
30
años por
los Athcnienses, los Espar1anos
y
sus aliados , rompió toda
Ja union entre los Griegos : no se tomaron las armas solo
para vengarse de una injuria, y exigir su reparo , sino pl.–
ra destruir su
cnem~o,
abatir sus vecinos,
y
dominar sobre
to-