Previous Page  71 / 80 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 71 / 80 Next Page
Page Background

-

65 -

bre privado de la libertad y reducido, por consi–

guiente, á un estado que el mismo no puede ima–

ginar respecto de la naturaleza humana, es de–

cir, ámenos de suponerle sin las condiciones de la

humanidad, es preciso i·econocn que la existencia

del mal moral sobre la tierra puede conciliarse con

la existencia de un Dios infinitamente perfecto.–

«

Murmurar de que Dios no haya impedido

á

la

'' especie humana hacer el mal, ha dicho Rousseau

11

en el "Emilio,,, es murmurar de que la haya hecho

11

de una naturaleza exelentente, de que él haya

11

puesto en las acciones humanas la moralidad que

'' las ennoblece, de que él le haya dado el derecho

«

á

la virtud. ¿La potencia divina podia poner la

<<

contradiccion en nuestra naturaleza, premiando

«

por el bien al que no pudiese hacer el mal? Qué!

«

Para impedir que el hombre sea malo, sería mas

«

conveniente reducirle la razon

á

instinto y con–

«

vertirlo en

bestia?~

Segunda objecion.-«Lo

que se ha previsto que

G

poclria llegar á ser un mal en sus resultados, no

<<

puede venir ele un principio soberanamente bue–

«

no; y como Dios al dar al hombre la libertad ha

11

previsto que él abusaría; luego la libertad, tal co–

«

mo existe en la humanidad, esto es, con el abuso,

«

ó

el mal moral, previsto por Dios, no puede con–

«

ciliarse con su bondad.»

Ciertamente lo que se prevee que puede llegar á

ser un mal en sus resultados

por sn naturaleza

y

segun

la

intencion

del que acuerda esos medios, no

puede venir de un principio soberanamente bueno;

perono-sucede lo mismo, si el mal resulta dél

maluso

de aquellos medios por parte del que los recibe. La

libertad, aun cuando se prevea

el

abuso, no dLja de

ser un beneficio, puesto que, siendo en sí mis–

ma buena, puede ser

útil

y con

tal

objeto, se nos

ha dado. El abuso de una cosa no altera su na–

turaleza.

5