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B.• PÉREZ GALD6S -
y
~--------~----'-'-
.
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prílno. La
mad~~.
y
el hijo están preparando
todo.
/
~¿~es
ha visto usted? .••
Los ojos de la 1huérfana brillaban tristes
y
.
/
curlOSOS.
-
_ eSí
y no·.· •.
He visto al .hijo. Hace un mo–
, - mento
entraba en
casa de Caifás ... l\jiormir,
sefíorita,
·á
descausa-r.• -'
Carifíosamente besó sus abrasadas
mejillas.
El Arzobispo
y
Se'rafinita
~ntr8ron.
I.JOS
tres
.
contempl~ron
en silencio
á
la joven, que, ce-
J'
rrandQ los ojos,
'pa~ecía
ceder
á-
las primeras
caricias del suefio; D. Angel le dijo frases pla–
centeras, graciosas
y
llenas de caridad, como
él sabía. hacerro cuando visitaba: enfermos. To –
móle el pulso,.. encontrólo excitl;\do, mas no
álarI~:lante ; recom~ndóle
que rezara brevemen–
te,
-sin
·fatigar mucho la imaginación,
y
por
ú lti'mo manifestó el deseo de que no se
quedll-
- ra
~ola
aquella noche. Quiso velar junto
á
ella
Serafinita; pero
Su
Eminencia se opuso resuel–
tamen te
á
ello. I nstó la dama, opinó Gloria
e'omo su tío, estuvo
á
punto de enfadarse el
metropolitano,
y
entonces Serafinita, cuya
ley
era la obediencia, cedió el puesto
á
F ranci
C1.
Esta traj o su colchón, encendió la
lamparilla,
y se dispuso
á
pasar allí la noche.
Relirál'
t\
e
los demás.