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B.
PÉRHZ
GALnÓS
Arites de retirarse,
D•.
Nicomedcs
.naui:fes'6
..confidencialmente
al
Prelado y
á
su
hel'nJanO
que el 'estado de Gloria le alarmaba.
illu(~hol
que .,el
desorde~
de
su
naturaleza era
conlple–
to; ·que un
absol~to
reposo físico y .moral
sill
ninguna emoción era
j~di8p.ensahle
para
sal·
var tan pr.eciosa
e~is.tencia,
y
que ésta, sujeta
á
terribles crisis nerviosas, podía llegar
á
de.
I
pender de. Un ·cabello. Con tales advertencias
I
,
j~zgaron
cqnveniente someterla
á
un régimeu
de descanso,
y
después de obligarla
á
acostar–
se,
a~ompatláronla ·
todos én la primera parte
de la noche, compitiendo en manifestaciones
caritlosas
y
tratando
á
porfía de dar á la ter–
tulia el tono más alegre. Por consejo de
Don
Buenavent ura no Be habló nada absolutamen–
te
de -religión ., ni de la escena de aquella tarde,
ni
del convento ...de Valladolid, ni de
S8Cl'ifi–
Ci08,
ni de padecimientos, ni de cruces,
ni
d.
calvarios.
Afligi<l1simo estaba el pobre banquero
visD–
do malogrados sus generosos planes,
y
seotia
la compasión más viva hacia su sobrina.
Al
anochecer tuvo que
h~bérsel8s
con
D.
J UBO
Amarillo, que sin reparar en conveniencia
al–
guna, abordó el asunto de la compra
de
Sa
esss. Pero
hallándose Lantigua de
muy
mal
talante, el
"Alcalde no pudo obtener
tampo(~O