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I
XXXI
~later
·amabilis.
/ Habia'
huIdo
á
las doce, valiéndose de los
/
-
.'
mismos medios que empleara algul1as noches
<:"
aBte~.
El profundo suello de Francisca favore·
ció su evasión del cuarto,
y
las llavQs que
guardaba
le abrieron las ..puertas de la
ClJ.sa.
Iba, ligeramente . vestida
y
con la 'cabe-zá, mal
cubiert~
por
un
pañuelo. Andaba cautelosa–
mente al recorrer la casa; pero con firmeza,
derecha
á
su 'objeto, sin vacilar
f
·con marcha
y ,
ademán que indicaban enérgica resolución" Al
verse en campo libre, murmuró: cCorre;
alma
mía, corre.'
y
con pie ligero avanzó
á
la
carrera por el ·
camino real. Su vestido claro, flotando al vien–
to, dábale aspecto d.e una medrosa aparición
de la .noche. Sofocada -por la velocidad de su
marcha, tuvo que detenerse diciendo:
«¡Oh,
qué lejos está ese Villamoresl. .• No es toda.–
vía... Yo creí que llegaría de una carrera; pe–
ro
es- más allá ... más
allá..• detrás de aquella
piedra. ,
i
•