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Bo PÉREZ GALDÓS
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destia" balbució algunas palabras en protes,ta
de aquellos eiogios•
.
~'Cuando
lá juventud--.:..afiadió el Prelado,
-se entrega ·á los vicios de la inteligencia
y
se
corrompe con perniciosas lecturas, este joven
aspira al
b~nroso
nombre de soldado de Cris- .
tOe .La Iglesia pelea allí donde la provocan al
I
c.om.bate. ¡Ah, señoresl No es
v~na
cortesanía
lo que sale de mis labios, sino admiración por
su valiente espíritu, por su ánimosa decisión '
en pro 4e la combatida Iglesia, por la constan.
. cia con que persigue, acosa
y
anonada la pi–
cata francmasonería
y
el materialismo, por..su
elocuencia
y
su enérgico estilo literario, p'ren- -
das todas que han sido armas poderosas de la
causa de· Dios en el p'eríodo que acaba de
pasar.••
r
(-:-¡Ahl-excla.m.ó D. Juan Amarillo, ha–
cien,d? un sa,ludo pomposo,-ya .sabemos que
el sefior es u-n° gran orador
y
un g-ran perio–
dista.
»
'-
D. Silvestre Romero abrazó con efqsión
á
Rafael del Horro. Eran antiguos -amjgotes,
y .
en
ciert~'
ocasióI¡l , como él joven oradQ-l·
y
pu–
blicista necesitaSe llll buen C'Orresponsal en Fi- ·
c'óbriga, brindóse
á
desempeílár :este cargo el
cura, enviando unas car tas
muy
saladas que
no dejaban nada que desear.
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