GlORIA
..
,
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. eguas.» Este subli,me capítulo mosáico', con-
,
,
.
tiene la.s murmuraciónes de los israelitas con·
tra
Moisés / por ' habe'rles llev:ado
al
désiel'to
después de
pas~r
'el mar Rojo; la esc'asez
q\Je
snfrieron,
y
óyese la .
t~'emenda
voz .de Jehová,
que les dice:
Ecce ego
pluam
vobis panes ·46
cmlo.
«He aquí
qn~
haré llover para vosotros'
pan
d~l
ci elo.»
Gloria conocía perfectamente estos cantos
,
i
toda la serie de interesantes "ceremonias de'
aquel clásico ,día.
~a~fa
que la salida
de Egip–
to era la redención, el maná, la gracia,
y
cou·
1
templando
en
su. espíritu ideas tan hermosas,
~ra t aba
de regocijarse en ellas.
Aún tardaro.u algún rato en separarse. Don"
Buellaventura se dirigió
á
los bancos .del
C€lil- '
tro, donde estaban las autoridades; Gloria en..
tró
en su capilla, cuando Al diácono cantaba.
la
S equentia.
'E n la capilla de L antigua había '
muchas mujeres. Gloria creyó encon t rar all í
á
D
fia
Serafina; pero
ésta
babía ido á la capilla
de los Dolores. Entró la sefíorita sin mirar
ti
las que, de rodi ll as ó sentadas en los bancos,
asistían devotamen te
al
parecer
á
la piadosa
cel'emonia. Si Gloria hubiera atendido
más
á
1
que
tí
su alrededor ocurría. que
á
lo-que pa.
8
ha en su espiritu, habría visto que era oh.
lefV
da con imperti"nentísima
atención
por las '
-.
'
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