GLORIA
215
·diferencia
la.
partida del náufrago. El caballo
,le aguardaba en la plazoleta. Dos horas antes
había mandado
t~do
su equipaje con Gaspa–
ruco. ··
o.,
1
.«¿Vendrá usted por estos barrios alguna
..,
~
vez? ..-le dijo Lantigua apretándole d.e nuevo
,
e
:. la mano.
1
-Sí, set10r• No pienso partir ·para Inglate–
?
rra hasta el mes que viene.
-¡Tendremos mucho gusto en verlel-dijo
D.
Angel con dulzura.-¡Cuánto siento no ver
en usted .más que un amigol
-Yo veo en usted algo más-repuso Mor–
ton con carifío: -veo un buen consejero, un
admirable pastor de almas
y
una hermosa ima–
gen de Dios.
, -Mal
pastor he -sido con usted-manifestó
el Obispo con
sentimiento ~-Al
ver que tan va–
liosa res se me escapa, debería l'oropér
~i
ca–
yado
y
decir: «Señor, mi !nteligencia es limi ..
tada,
y
no sirve para acrecentar tus ·dominios.'
-El límite de los dominios de Él, ¿quién lo
-
I
sabe?-dijo Morton. ,
~Es
·verdad, mucha verdad. Por eso yo' es–
pero... yo espero siempre... ¿por qué no decir–
lo claramente?-repuso D. Angel con enfado
de si mismo.-Yo espero que alg·ún día será
usted católico.