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Gloria
y
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papá•
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Estaban los dos en una sala del Mediodía,
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COIÍ~ventana
al jardíIÍ; por la cual
éste- pre~ta·
ba
g~atísima
vista y.'olores al sentido. Parecía
despacho más que otra cosa la. tal pieza, por
la regular balumba de .libros
y
papeles que en
diversos lugares de ella había,
y
las' paredes
.se v-ésttan con mapas, .láminas de santos, el
busto del Sumo Pontífice y un gran cuauro
que cQntenía el '(etrato al óleo
de
un obispo,
repre~entado 'con
pluma en la mano. -
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Sentado en ancho sillón ,estaba allí D.
J1181l
de Lantigua,
hom~re
que iba
ya
'mucho más
allá de los cincuenta, serio, muy ,simpático
á
la vista
y
de fisonomía harto, inteligente.,
Su
frente y_perfil no carecían de m.ajestaQ, sin
ofrecer bellezas académicas; pero lo dominante
('
en todas las partes de su rostro era la expre- :
sión patente de una tenacidad acerada, ,co,roo
debió de ser aquélla que hizo. los héroes cuan ..
do había héroes
y
los mártires cuando habia
mártires. Así es que si pasó su vida sin ser ni
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