GLORIA.
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defiendo la fe de nue3tros pádres, las práctica.
sencillas, las oraciones que_Dos ensefió nues–
tra madre en la cuna, todo eso, en fin, tan
. fácil de aprender y tan honito..• porque la re–
ligión es bonita.
Yo
he estado en Roma, he- vis–
to
m
nehas ceremonias en San Pedro. ¡Ah,
Sr. D.
Silvestrel Es cosa que ' entusiasma...
¿Pues y las procesiones de Sevilla? .• Todo esto
debe conservarse.
-Todo esto debe
conservars~;
pero Jo que
importa principalmente es la fe, y si ésta no' se
conserva ...
-Sí:
.también,
también. Todos debemos tra–
bajar
para
que crean los demás, para difundir
los dones del Espíritu Santo, para que se man–
tenga incólume
la
fe de nuestros padres...
¡Oh,
li
fe de nuestros padresl
--Usted} Rafae], pertenece
á
la
escuela de
los que defienden
la
religión por egoísmo, es
decir, porque les cuida sus intere es. Ven en
ella una especie de guardería rural, y dicen:
e
La
religión es muy buena: d,ebemos creer; ver–
dad es que yo no creo; pero crean los demás
para que tengan miedo
tí
Dios
y
no me hagan
dailo.» En tanto no ee cuidan de loe altos
fines religiosos ni de la vida eterna.
-¡La vida eternal-dijo
D. Rafael del Ho–
rro.-Aquí
está la
gran cuestión.
¡Admira-