general de las reducciones de oro
y
plata, hecho que se colige por una demanda que le
entabla Luis Perez en la que pide a Belveder "le paguen los pesos que ha de pagar a Del
Canto a cuenta del libro que hace en la imprenta de Antonio Ricardo".
No seria esta la primera noticia de sus dificultades economicas, pues por los datos
registrados en las fuentes biograficas, desde antes de 1591, Francisco afrontaba una serie de
querellas por adeudos, y por uno de esos procesos, el que le sigue Pedro Salvatierra su fiador,
se sabra que ademas de librero se dedicaba tambien a hacer naipes, con los que se obligaria
a pagar esa deuda, trabajando para el estanco que aquel tenia, hasta 1594. Dichas penurias,
en un acucioso hilvan de hechos entre 1590 y 1613, las relata Ruben Vargas Ugarte, con
la
informacion que extrae de los papeles de Del Canto que se hallan en la Biblioteca PUblica de
New York y en la Biblioteca del Congreso de Washington.
Su labor como impresor en los reinos del Peru se iniciaria recien en 1605, a pesar de
que en 1604 es reconocido como tal en la licencia de 8 de marzo, que el Virrey Luis de
Velasco da a Miguel de Agia para imprimir su Tratado; y no obstante que a la letra dice; "dar
licencia para que Antonio Ricardo o Francisco del Canto impresores que residen en esta
ciudad'', sera Ricardo quien apareceria en el pie de imprenta de la obra y alin mas, continuaria
como impresor de Lima, hasta marzo 23 de 1605, fecha de la licencia del que sera
SU
ultimo
impresor el Sermon del Pedro Gutierrez Flores. Es de suponer que Del Canto, ya por este
tiempo esta cercano de tomar posesion definitiva de la empresa y del oficio, pues Antonio
por tenerlo en gran estima, como su mas cercano ayudante y amigo, le habria ayudado y dado
facilidades para adquirir la imprenta.
Lo cierto es que en 1604, aparece una escritura de 19 de julio, en la que, Francisco y
su fiador Pedro Salvatierra celebraron contrato con Ricardo por la compra de la imprenta, en
cuyo inventario se detallaban prensas, tipos, moldes y otros materiales; de tal manera que
cuando Antonio Ricardo decide retirarse defmitivamente en 1605, hereda el oficio y
la
imprenta
que ya era de su propiedad.
La imprenta cantiana tendria sus inicios cuando Francisco estampa su nombre en el
primer libro que nace de sus prensas, seis meses despues de retirado Antonio Ricardo, el
Reelectio Legis de Feliciano Vega, con licencia fechada en 4 de setiembre de 1605. Salen
tambien la Relacion de jornada del Excelentissimo Condestable de Castilla y la Relacion
de las Fiestas que delante de Su Magestad
y
de la Reina Nuestra Seiiora hizo
y
mantuvo
el Principe del Piamonte.
A partir de entonces, innwnerables impresos desfilarian por su talleres en ininternunpida
secuencia, en contra de las reiteradas ausencias a que lo obligaba su complicada existencia.
Para cwnplir con sus multiples compromisos editoriales, debi6 Francisco darse mafia para
salir airoso y encontrar siempre una mano que le tendiera su ayuda. En 1608 Jeronimo Valera
actuaria como su fiador para que recobre su libertad y pueda imprimir su obra, el Commentarii
ac quaestiones y en 1612 seria Luis de Valdivia quien daria fianza para sacarlo de entre las
rejas, so pretexto de que imprima una carta dirigida a los indios de la region de Chile, por
orden de su Majestad. Entre 1611 y 1613 estuvo Francisco a punto de perder la imprenta,
cuando reapam.;e en su vida Agustina Salvatierra heredera de su principal acreedor Pedro
Salvatierra, la que junto con su esposo Jeronimo de Alvarado, lo demandarian y exigirian
la
imprenta en pago de los adeudos de su padre. Eran tiempos dificiles para Del Canto, habia
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