

RAUL PORRAS BARRENECHEA
Hidekl y Perath y la voz Paradi–
sus, no existe en la Biblia porque
la version mas antigua dice
Par–
des
que en hebreo quiere decir
huerto, vergel , jardfn.
Tampoco estuvo el Parafso en
la Palestine ni en el campo de
Esledr6n en el lugar donde Cafn
y Abel sacrificaban y se senalan
sus sepulturas, y donde Adan
llor6 su culpa, escondiendose
cuando Dios le deda
~«Adan,
ubi
es»? Estas son tradiciones de
<<turcos barbaros, ignorantes y
supersticiosos» pues Pinelo tiene
averiguado que la sepultura de
Adan estuvo en el Calvario, en
el mismo sitio en que mas tarde
se levant6 la Cruz y Cristo derra–
m6 su sangre
(1,
83).
lmpugnadas las diecisiete
opiniones infundadas sobre la
ubicaci6n del Parafso, Pinelo
desarrolla la suya . La Escritura
dijo unicamente que el Parafso
se hallaba situado al Oriente de
la tierra en que vivi6 Adan . Los
Doctores Angelico y Sutil inte–
rrogaron ya c6mo debfa enten–
derse ese Oriente, no existiendo
un punto de la esfera del cual
partir. Pero Pinelo responde con
Santo Tomas que el Oriente es
la parte principal y diestra del
Orbe, por haber comenzado en
ellos el movimiento de los cie–
los, y con el tostado, que coda
continente o isla tiene por par–
te oriental aquella por donde el
sol comienza a alumbrar. En el
Oriente estaba el lugar donde
fuimos creados , por lo que los
primeros cristianos oraban con
el rostro vuelto hacia el Oriente,
adonde habremos de volver por
la Gracia
(1,
29) . Pero lo 16gico
es creer que cuando la Escritura
80
Fascinaci6n par
ese
mundo andino que era y
no
era parecido al Viejo Mundo. Habfa cara–
vanas pero
no de
camel/as sino
de
llamas; hab{a comercio pero aparece un aborigen (que
mos
parece
de
las ptanicies americanas) y un espano/, y hay montanas pero
son
breves rocas
terciarias, lejos
de
la alto y aplastan te geograffa
de
las
Andes.
Grabado
tornado de
la tra–
ducci6n
de
las Comentarios
de
1688 que usamos
mos ode/ante, en
esta misma edici6n.
situa el Parafso en el Oriente se
refiere a las «Regiones mas orien–
tales que respecto del Orbe ha–
bitable se hallaren» El Parafso no
podfa quedar a la vuelta de la
esquina , en Palestine o Meso–
potamia, porque entonces no
se hubiera perdido la memoria
de el. La dialectica pineliana, sin
embargo, no destruye por c om–
pleto algunos reparos baladfes
sobre la cercanfa del Parafso ,
como el que Adan, despues de
la culpa, segun el Genesis (c.
13,
v. 10) nose apart6 mucho de su
antigua vivienda por que cami–
naba descalzo
y
por su amor a
aquel lugar. (I , 94)
jY
tan cerca
se hallaba cerca de la tierra de
Adan y sus hijos, dicen los tozu–
dos rivales de Pinelo que Dios
hizo poner un Angel ·con una
espada de fuego para que
nadie entrase, y Noe y los horn-
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