Valencia Coronista de las Indios
(II, 82) ; la Historic del Paititi y El
Ofir de Montesinos; una relacion
inedita del Licenciado Palacio
Oidor de Guatemala sabre an–
tigOedades mexicanas {I, 242,
348
y
391
y II,
49, 73, 75, 140, 198,
200)
una Relacion original del
desagOe de la ciudad de Mexi–
co, la Descripcion de la Nueva
Espana de Juanote Duran, «que
tengo manuscrita y es de mas
de cien anos»; la relacion de Luis
Capoche sabre Potosi, dirigida
al Conde del Villar, y otras me–
nores.
La posicion intelectual y espi–
ritual de Leon Pinelo resulta cla–
ramente definida por sus obras.
Fue, ante todo y sabre todo, un
bibliofilo, un coleccionista, un
recopilador incansable. De allf
el aire libresco de todos sus es–
critos, pertrechados de citas, y
no obstante la audacia de al–
gunas tesis, casi siempre pres–
tadas, carentes por lo general
de originalidad y de estilo perso–
nal. Su opinion necesita basarse
Joyas de la Biblioteca
DON ANTONIO DE LE6N PINELO
(1596-1660)
Y SU OBRA
«El
PARAfSO EN EL NUEVO MUNDO))
(1650)
·'
.
_
..
siempre en juicios ajenos y mas
doctos, y busca incesantemen–
te las citas de un Padre de la
Iglesia, de un viajero o de un hu–
manista contemporaneo para
respaldar sus asertos. Su merito
esta, mas que en la originalidad
de los juicios, en la acumulacion
de textos ajenos.
Esta pacientfsima labor de
documentacion infinitesimal
tiene sus ventajas y sus defec–
tos. Como fuente de consulta,
para saber el estado de los co–
nocimientos de SU epOCO SObre
un tema dado, es sin Ciuda un
util y seguro testimonio. Como
pensador original -no obstan–
te de que el hablase del C<VUelo
de las mas delgadas plumas»–
carece de vuelo especulativo
y de inquietud metaffsica y no
se hallan muchas opiniones su–
yas que citar. En lo cientffico, no
obstante el interes de sus infor–
maciones, do siempre la impre–
sion de cultivar una literature de
pasatiempo, sin trascendencia
ni medula. Literariamente, es
arido, frfo y descolorido: nose
le puede leer sin una dosis con–
siderable de buena voluntad.
La capacidad de Leon Pinelo
no podfa demostrarse, por esto,
en pequenos ensayos sin.o en
una gran obra de acumulacion
y de paciencia. Esta es la signifi–
cacion de
El Parafso en el Nuevo
Mundo.
Si Pinelo hubiera escrito
unicamente la Question Moral
sabre el chocolate o el Trata–
do sabre los Velos su nombre
carecerfa de representacion
en las letras coloniales. Lo que
le caracteriza es su afan de al–
macenar todos los conocimien–
tos de SU epoca, de encasillar
datos, de organizer series para
que otros hogan la sfntesis o de–
duzcan las leyes generales. Es el
archimillonario del dato minus–
culo y anecdotico.
Cientfficamente su obra de–
berfa tener valor primordial por
su don de minuciosidad y su
experiencia directa del mundo
americano. Pero prevalece en
Pinelo, como queda dicho, la
tendencia libresca y de segunda
mono sabre la libre y original ob–
servacion personal de las cosas.
Esta es la distancia cientffica que
le separa de su contemporaneo
el Padre Cobo. El autor de la
His–
toria def Nuevo Mundo
describe
plantas y animales con observa–
ciones originales inapreciables
surgidas del contacto directo e
fntimo con la vida. El teorico del
Parafso en el Nuevo Mundo
no
se ha inclinado nunca ante las
plantas ni detenido sino muy po–
cas veces, ante el espectaculo
de la naturaleza, pero ha con–
sultado la opinion de los autores
mas exoticos y disfmiles. El uno
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