exclama el maestro) para concluirluego-
La Biblioteca debe ser siempre Colegio
de la Libertad
y
nunca Colegio de Caciques. (Basadre 1944: 3-4).
Nadie más que Basadre, incubado en la antigua institución puede comprender
las cl:llnensiones operativas de esta orientación.
La
nueva concepción exige
agregar a la función patrimonial heredada, la función pública, para garantizar
el
acceso de nuevos sectores sociales que tienen derecho ala lectura, a pesar, de
no contar, o mejor dicho, precismnente por no contar con los instnunentos
académicos para ello. Obsérvese la definición de la misión institucional:
«el
ofrecimiento de oportunidades de leer a las diversas clases, regiones y edades»;
tenemos expresada aquí la noción de desarrollo humano asociado a lo que
hoy podemos considerar empoderamiento de los nuevos sectores sociales,
interculturahdad y descentralización.
El planteamiento es claro, la Biblioteca Nacional debe ser a la vez:
Una biblioteca popular para
el
gran público (función pública)
Un instituto de investigación bibliográfica (frmción académica y
patrimonial)
La base para el desarrollo bibliotecario en todo el país (frmción
democratizadora)
A esto llama Basadre <<Ulla biblioteca moderna en rm país democrático».
(Basadre 1967: 15).
Segundo. La siguiente cuestión tiene que ver con
el
vínculo entre la escuela
y la biblioteca desde el prmto de vista educacional. Hay rm espacio social
muy amplio, más allá, del sistema educativo formal, que puede y debe ser
atendido por
el
Estado para cubrir las necesidades educativas de la población.
Basadre proyecta el uso pedagógico de las bibliotecas para desarrollar lo que
hoy denominmnos la educación básica alternativa y la educación comunitaria.
Dice:
Aparte de este sentido filosófico o si se quiere político
(se rifiere a la
naturaleza democrática de la Biblioteca),
hay
un sentido pedagógico.
No es la
escuela la única agencia educativa de los tiempos modernos.
Existen cosas que ella
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