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problema en la mano y las fuentes donde se consultan las reglas. Y no
estmnos hablando solo del autor, los casos de los títulos y demás elementos
descriptivos de todo libro son nn verdadero desafio.
Un dato más, que probablemente se esté olvidando hoy debido al sistemático
reemplazo de los catálogos de fichas por los catálogos electrónicos; es que
para hacer las fichas no basta conocer el dibujo del rectángulo de papel de 11.5
x 13.5 cm. Toda la organización espacial de las fichas catalográficas está sujeta
a normas internacionales y su dominio solo puede alcanzarse mediante el
ejercicio práctico e intensamente repetitivo. El orden de los datos, la pnntuación,
el uso de mayúsculas y minúsculas constituye en sí mismo nn aparato logístico
para facilitar el acceso a la información en las bibliotecas mecánicas. Hoy, con
las computadoras solo hace falta progrmnarnna vez los formatos necesarios.
Ciertmnente, Basadre sabía que esta era nna prllnera etapa en el desarrollo de
laBibliotecología en el Perú. El diseño de la Escuela Nacional de Bibliotecarios
era nnmodelo de transición que respondía a las cirCllllstancias específicas del
desastre cultural ocasionado por el incendio y a la necesidad de introducir la
técnica bibliotecaria en el país. Había que generar capacidades nacionales y crear
nna masa crítica de profesionales, antes de dar el siguiente paso que es el nivel
universitario. Tenía muy claro el futuro de la formación disciplinar, como
observmnos en la siguiente cita donde apnnta sus previsiones: «desligar a la
Escuela de la Biblioteca Nacional, hacerla influir directmnente sobre la vida
nacional, renovarla con personal docente de afuera y dar carácter universitario
a sus estudios» (Basadre 1967: 25).
De seguro Basadre conoció el Informe de CC. Williamson (1923) resultado
de la evaluación de los progrmnas de estudios de la formación bibliotecaria en
las Escuelas de Estados Unidos; que concluyó en la necesidad de su reforma
porque los bibliotecarios en ejercicio evidenciaban serias deficiencias en su
preparacióncultw:al (Pardo 1990: 72).
La Asamblea de Bibliotecarios de las Américas reunida en 1947 analizó el
primer experllnento peruano de formación bibliotecaria, recomendando
resolverla falta de bibliotecas laboratorio, para realizar las prácticas y controlar
el exceso de trabajos prácticos que no permitían nn buen desarrollo de la
teoría.
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