periódicamente las fábricas de Lima llevando libros sobre técnicas,
industria doméstica y cultura general.
Para la Guardia Civil son enviados, a cada puesto paquetes de libros.
Para las Barriadas se crea nn servicio de <<II1:1letas-estantes» con propósitos
similares.
Se crean Estaciones Bibliotecarias en pnntos estratégicos de la ciudad.
Impulsa la creación de sólidas Bibliotecas Municipales y Públicas entre la
que destaca la Biblioteca Pública del Callao, que por gestión de Basadre
recibió apoyo de la fundación Rockefeller.
Establece la primera Biblioteca piloto de frontera en la ciudad de Tacna.
Remite manuales de organización de bibliotecas a todas las provincias
del país.
Las Bibliotecas Escolares recibieron el mayor impulso, en 1957, llegó a
incluirse nn curso de <<Bibliotecas Escolares» en el plan de Estudios de
las Escuelas Normales, para que los docentes se conviertan en
promotores de su organización en los Centros Educativos.
Todos los allllllilos que concluyeron la seCillldaria en 1958 recibieron nn
módulo denominado <<Biblioteca del Estudiante Peruano», proyecto
dirigido por Luis Jaime Cisneros.
Apoyo bibliotecario a la Escuela de Bellas Artes, Escuela de Música,
Instituto de Arte Nacional de Dramático y Politécnico José Pardo.
No es exagerado afirmar que Jorge Basadre aplicó e instrumentó el enfoque
de desarrollo humano en sulabor bibliotecaria. El diseño de la nueva Biblioteca
Nacional y las acciones para forjar la infraestructura bibliotecaria en el país,
tienen claramente, al centro, la figura del lector de todas las edades, condiciones
y ubicaciones.
La
búsqueda de pertinencia de los servicios
-a
cada cual según
sunecesidad-le hace formular una matriz de sistema de bibliotecas claramente
impregnada del principio de equidad o discriminación positiva. En esta
concepción, el Estado organiza la lectura social compensatoria para saldar la
deuda educativa y cultural con los más pobres, acumulada durante la república.
La figura de Basadre es convocante, su discurso bibliotecario forma parte del
discurso del historiador, del intelectual comprometido con el destino de su
país. Por ello, la intelectualidad peruana se enamora del Proyecto de Basadre y
lo apoya con entusiasmo. De igual modo, las generaciones de bibliotecarios
ahmentados por suvisión y su espíritu, más que por los contenidos académicos
de los cursos, fueron capaces de tender nna infraestructura bibliotecaria de
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