Libro Segundo
La idolatría de la segunda edad
y
su origen
L
os
INDIOS, CONVENCIDOS CON
las razo–
nes del Inca, y mucho más con
los beneficios que les había hecho, y
desengañados con su propria vista,
recibieron al Sol por su Dios, solo, sin
compañía de padre ni hermano. A
sus Reyes tuvieron por hijos del Sol,
porque creyeron simplicísimamente
que aquel hombre y aquella mujer,
que tanto habían hecho por ellos,
eran hijos suyos venidos del cielo. Y
así entonces los adoraron por divinos,
y después a todos sus descendientes,
Capítulo 1
con mucha mayor veneración interior y exterior que
los gentiles antiguos, griegos y romanos adoraron a
Júpiter, Venus y Marte, etc. Digo que hoy los adoran
como entonces, que para nombrar alguno de sus
Reyes Incas hacen primero grandes ostentaciones
de adoración, y si les reprehenden que por qué lo
hacen, pues saben que fueron hombres como ellos
y no dioses, dicen que ya están desengañados de su
idolatría, pero que los adoran por los muchos y gran–
des beneficios que dellos recibieron, que se hubieron
con sus vasallos como Incas hijos del Sol y no menos;
que les muestren ahora otros hombres semejantes,
que también los adorarán por divinos.
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