ORAOION FUNEBRE.
porvenir de Chile, en cuyo corazon arde el
fue~
go
del amor patrio inflamado
por el
amor
a la
relijion.
IV.
Esos dos amores, tan hermosos como subli–
mes, i tan vastos como profundos, han realiza,..
do de comun acuerdo los proclijios sin
cu~nto
de inaudito valor que el mundo todo admira en
el soldado chileno. Desde la ahora siniestra en
que fuimos provocados a la guerra, la chispa di–
vina de ese fuego
sagrado se inflamó en todas
las almas,
i
de un
estremo
a· otro de nuestra flo–
reciente República, no hubo mas que un solo
pensamiento, un solo deseo, una sola ambicion:
-la
defensa
i
la gloria de Chile.
Nos unimos en torno de la bandera tricolor,
i
con la conciencia de la justicia de nuestra cau•
sa, olvidando todo lo que pudiera. distraernos,
comenzamos en el nombre de Dios, árbitro su–
premo de los destinos humanos, esta lucha que
cuesta
ya
tantos
sacrificios de sangre
i
de
heroismo,
Mas,
señoreB,
miént.ras
subia
al
trono del Eterno la incesante plegaria del sacer–
docio
i
del pueblo: del niño
i
del anciano, de la
vírgen
i
de la
matrona, que se
ponian bajo
el
amparo de la Divina Providencia, los hombres
capaces de empuñar el acero, sin distincion
de
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