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Jes
y
jamas podrán ser dañosos ; de
consiguimH4'
no sa
los debe
confundir con el monopolio ordinario.»
«Si
un comercfantc por
ejcn'lplo, dico, en
la·
palahra
Rrimas
forma
el
proyecto de
h~lrodUt:ir
·los productos
de un pais
en increados estranjcros donde
nt1son
cono-–
cidos , no
ser.ia•uná falta
de luécs
ni
de
prudenciá ..
si
el
Gobierno le
concediese
algunos
prcn1ios>o
estímulos ca–
paces
de disminuir
y···
contrapésm·
los
sacrificios
a q•tc so
arriesga: ctt cuyo caso ,
bastaria para•
auto1·.izl'r
f'stos
sa–
erificioi una
P.sperania
hienfondada
de
que pueda
abrirse
una
nueva
salida.)>
A
estos
premios
o
estfondo.11
debe
la
Europa
su
actual
rique.za.>)
«No- seria ni menos sáhia, ni
menos
prml1!nte
la
dt•–
terminacion qoo en ciertos
casos podria
tomar un
Go
hierno
de balqncear por medio de
premios
los t·iesgos
,fo
un comercio
irregular
o
indeciso
que tuviese eon
et
•~s
trttnjero,
y
de aspirar
por
este medio a
regultlriztlrl:1
~
asegurar
sus
ventajas.;>
«Este sistema, continúa Ganillt, adoptú con
lenl¿1jtt
Ja
Inglaterra para la
esportacion
de
sus
grano~
1•n
<¡ne no
era esclusirn,
ni
aquellos
eran de
esclusirn
consumo
P!'–
tranjero),
único medio con que la regnl<H"izú; ).
clesdc
cuan4o
quedó asentado como
UlM
verdad.
in1:ontcs,tahlP;
que Jos
premios
y
c5
límulos
que tienen por
objeto
re-gu–
lari:iar
los comercios irregulares,
deben
sc1·
csct~pluad<)~
de la
regla jeneral de
libertad
de
comercio
y
form,1r ('S–
~péiones
neccsari:ts o indispensahles al
principio
<¡Ut!
establece
las vcntaj<tS. del empico de
los capitales
1foj:rdo
alsolo
inslinlO.l»
·«La Inglaterra dcspues que por medio
<le
premios, cs-–
thnttlos
y
restricciones ha· llegado. a
regularizar
el comer–
eio
de
los productos nacionales , ha dado a los
dernns
pueblos el t>j(•mplo
d~
la Hbcrt:ul
jenera!
del comercio,
asi