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ar.rasadas sus casas, entregaron los acotado_s
las... lfaves de
sus bo
degas para que
l~l pot~
que quedaba de sus cose·
ehas .si
·rvir.separa este
n~wvo
donativo, Jo
(JDC efechlaron
ele mui .buen grado ·
jJ.Orho sufrir nueva tala o incendio
de las oficinas que
eu pie
habían quedado.-¡Y los du·
ril'imos corazones de esas hienas aun tuvierOn
sufitit'nte
coraje pa·ra a<:eptar lo i\nico
<tue
quedaba para el sosteoi·
miento de
e:-o3
d~graciarlos,
y
para la
cnt_ltinuacion
rle la:¡
inrlispensal)les Jabort"s de sus. fnndos!-Sec:Uef'trúom;e los
aguftrdientes
y
llevados a las plazas <le consumo redujé·
ronse .a dinero para esos tiranos verdadt:J'Ot; dueüos ¡)or
en tOoces de vidas
y
hacienJas.
VI.
ESPEDICION DEL GENERAL SANTA-CRUZ
en
1823.
Poco mas de seis
mes~s
habían transcurrido desde
Jos deplwable's reHu(tados de, las batallas de Torala
y
Mo'
quegua. ·cuando vueltos
~penas
sus vecinos rie tanto es..
t11por
procu~aban r~hacer
en lo posible
sus pér.didas acu·
rliendo a sus mas premiosas necesidades: agoviados con el
peso de una peste que gre;saba quizá a consecuencia
del
v~cio G~
la
admOsf~tra
o
pm·
los continuos
sobres<~
!tos que
]mdt::cieron
1
y
sumidos
bal~
la férule de una orgullot-.a
guarnicion parecia qu,e. sus aflicciones .no te11ian termino,
cuando vierou con delicia que
~sta
se
retiró porque· loS
cuidados de la guerra
Ja:
llamaba a otra parte; a pocos rlia¡
se anunció una
nuev~
espedicion de
independientes que
desemharcaba en Arica e llo,
y
s.inembargo de que por
sus ojos pasaba diariameht.e la
espa~tQsa
ruina que babia
sufrido
E¡U
hermoso suelo
y
queridos
h ngaJ'f.S,
volvierom;e
a inflamar
cual fuego eléCtrico e¡os
ent.u~iuF-tas
moradO·
re's,
v,,Jaron a ofrecer a los nue\·amente vt>nidos los esca..
sos
r~rursos
que ofrPcia sn eF;:qHi!mada comtirrfl.
y
('amo
si las peuas
sufridas
futsen
el mas
tfit'aZ
¡~a
bulo de
t.U
¡la·