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Jos moquegmlnos de los
r
crueles castigos· a que iban a
estar espuestos por sus Continuas Ieincidencias no se
re~
MI
vieron a
~bandonar
a
los dispersos; antes bien redoblan·
do su infatigable celo les ofrecieron su generoso apoyo
y
los conducian hasta llo o Arica
par~
hacerlos evadir de
la saña de sus contrarios, pues <¡ue persuadidos estaban
t¡ue cada una de -estas víctimas salvadas habria de
segui~
ron mas ttsonera ohstinar-ion
la lurha empt>zada,
y
que
fierian los preconizadores por el
re~to
del Perú del ansia·
so ardimiepto ·fle este pueblo para const>guir la indqa·n•
.
dencia, a
p~sar
de los multipli<'ados
re\'f'"it>S
que la
f(ntn·
lla
le ofrecía en cambio de sus
leales
y
desinteresados
servicios.
Vuelto a ocuparse el ¡rue!Jio por los rspal\oles, no f"e·
ron encontrados Jos principales romprometidos, que
Jlenf:S
de precaucion emigraron a Lima o a otros
putblos
li~
bertados,
y
aquellos solo saciaron su furia en el secues–
fro
y
ruina de los bienes de los que creian sus enemi–
.-gos; Jos jefds perst-gui<lores
hicieron
reunir sin
perdonar ·
,violencias a los quecomponían el Cabildo o
Ayuntamienh.~
y
·1es
intimaron que habían de proporcionarles fn el
ténniilo
.fatal de veinticuatro horas ·treinta mil
Pf'SOS
rara
311Xilio
del
ejercito de su mando,
y
si no lo efectualJan iriau a
Jos
banquillos, que al efecto hicieron col_ocar en la plaza ma–
yor; en esos im·tantes
y
para que surtiesen t>fecto
trdesamenazas mandaron ejecutar a
tm
individuo que se
hHt.ia
~~:i~:!d~a:r/:ci~~t~~~= ~:u~I~ ~:~al~~~~e:~, ;i:~~t~~d~ltf~!;::
zo
clP~ignado,
ocurrieron los espaiioles
por e¡;;a crf'l:iila
cantidad. que a -la sazon ya estaha toda reunida en C'a!'a
cld Alcalde D. Julian Hurtado
per.sigui~ronbe
hasta los
paramentos de
plata de
las
lgl~~ÍaR
que fué ocultarla
mu<:ha parte f'n oportuno tiempo, no pudiendo EOalvarl!'e la
riquísima Custodia de la Matriz s:no por la atinada oc:u·
rreneia de el digno Pimoco D.
JJ.
Manuel Hurtado
y
Zapata de llevarla hasta Lima.
·
.
Recuerdo
<[Ue
hacia el año de 1833, en representa·