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<;nerdo con sucom.pañero Valdes mitig6 un tanto !·al·

y

tan

cruento rigor.l mandando toca-r con las cajas la Gi\len de

,s;aqu~Q

geoeral.

Han pasado treint.a años ele estos infam;tos .sucesos,

y

aun ·así·n9 babr3n f11erzas

b<~stautes

para describir tan–

tp ·horro·r,

y

tantas desdichas como hizo llo'fer en aquella

~po·ca

el ejércilo vi<:tori·oso sohre mi

esclaretido

put~lJio:

la j

\tvent.ud

huia con · Jos v.encidos hácia el put>r,to ptes·

·t8ndole-s siempre marcados

~enicios;

las

mu,ietefi,

los on·

ciatros

y

los nillos Se rdujiaron en Jos templos,

y

Jos ho·

gares 'todo.s quedaron por la·prtcipitacion ton que se perJi4

la batalla, dd todo abiertos, con los tes;oros, <dha jas

vp~··

tidos, muebles

y

de mas que contenian,

y

que todo

fue

adquirido por la ventura

y

ahunclancia

que

gozaron sus

mayores, a di,s;posicion de la fnriosa soldadesca

y

de· sus

rabonas, o mujeres aun mucho mas asoladoras que,aquf'lla;

quince·

días consecutivos rlurú esa tal vez

nunc~

oitla

d~·

predacion;

Uandada's de , soldados buscahan a

cuantos

po·

dian encontrar, para

que-

hacitmdo zanjas

f'nterra~>,~n

a

los

muertos que

ya

infestab<m la

aClrnó~tera;.hacimulo

un ge..

~eral•

recojo ele los

c~lohones

y

crtmas

pam

sus ht>ridos

I!O ,respetaron

ni el

dolor

ele

.los

enft'l'mos. ni

la achacosa

C!ebjlidad de

los vit>jos, ni

la

rlelic:~ulrza

de

los niños

y

l!in

compasion alguna no les !lt·jahan mas que la

clure1a

c1el

mi~>mo·

suelo

para

que

yar.it

-ran sus atloloridos,

o

des.

carnadas cuf'rpos.

·Entretanto sufria

cada

casa. una minuciosa espnrga·

cion de cuanto con tenia f;in dt!jar¡.;e aun los mas viles oh·

jetos,

pues ·Jo que nv podian rargar Jos

st'quef;lclorPs

e-ra

er:

el ac-to

tlt>strozado

o

in<·t•ndiado; en medio de los

nHlS

adornados

apo!:ientos

y

t·on los mas

esquif;itl!S

mueblüs

improvisaban fogatat;

y

se poHian a condimentar su" Ali–

mentes arrojando a

la

calle los eternas

ohjE>tos

ele codicia

para que

~e

los apropiase sus otros compañeros que no

eran tan afortunados en el hallazgo del hotin,

y

cnando

algun

vecino por necf':sítar la

cobija, la sil1a, o

,P.l

mue·

.ble desechado se· atrewia a .recoj.orlo, el ebrio soldado qut