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Es urgente repotenciar la Fuerza de Trabajo
A partir del inicio del desempleo, la Fuerza de Trabajo se reduce en
número aún más. Los desempleados y sus familias ya no son parte
de la Fuerza de Trabajo. En estas condiciones, el volumen de la
Fuerza de Trabajo es más pequeño todavía con relación al volumen
total de la Sociedad.
Ya no es solamente una diferencia numérica por la existencia de
dos clases sociales, una que trabaja y otra que vive del trabajo de
los otros. Pasan a la sombra la familia de los Trabajadores. Se su-
man a ellos los desempleados y sus familias. Y la masa de desem-
pleados crece de más en más. Y esto se agrava en los países del
Tercer y Cuarto Mundo en donde la masa de desempleados llega a
límites extremos.
Entonces, la percepción de la Fuerza de Trabajo a través del con-
junto Trabajador se reduce mucho más. Es la percepción del em-
presario que busca maximizar sus ganancias en forma rápida y
directa a través de la máxima utilización del Trabajador que tiene
en su fábrica. El comportamiento en Repartición Individualista le
impide reflexionar sobre la importancia del resto de la Sociedad en
la creación de riquezas.
De donde,
en una economía a Repartición Individualista
, como la
que existe actualmente,
la diferencia, en cantidad numérica, entre
Fuerza de Trabajo y Sociedad es realmente asombrosa
. Recuperar
esta paridad es un reto para el nuevo modelo de economía y de
sociedad.
Como vemos, los cambios que han ocurrido desde hace diez mil
años no son solamente numéricos. A la pobreza generada por la
Repartición Individualista no solamente se le ha añadido el desem-
pleo, sino también que se ha llegado a poner en la sombra, hacerlos
invisibles, a los otros elementos de la Fuerza de Trabajo (recién na-
cidos, niños, jóvenes, ancianos). Sólo el Trabajador existe en tanto