78 —
L
as variables más
importantes del modelo de desarrollo
percepción que ha hecho escarnio de los otros componentes de la
Fuerza de Trabajo.
Fuerza de Trabajo y Grupo Social, cara y sello de la
misma moneda
A partir de la instalación de la Repartición Individualista como el
segundo elemento de la actividad económica, la cantidad numérica
de la Fuerza de Trabajo comienza a desligarse de la cantidad nu-
mérica del Grupo Social. Al mismo tiempo, aparte de los Trabaja-
dores, pierde interés la calidad e importancia los otros elementos
de la Fuerza de Trabajo en la actividad económica.
Esto sucedió hace unos diez mil años aproximadamente, cuando
se inició la segunda fase de los dos procesos naturales de produc-
ción. La segunda fase de la agricultura y la ganadería primitiva
comienza en lo que podríamos llamar su
punto de saturación
. Es
decir, el momento en donde ya no existen tierras aptas para crear
nueva tierra cultivable. Como consecuencia lógica, los unos envi-
dian la tierra de los otros. Es el inicio de las grandes guerras por la
apropiación de la tierra cultivable de los vecinos. Los unos ganan y
los otros pierden. Nace el esclavismo, el feudalismo y el gamona-
lismo sobre el principio de la Repartición Individualista. Es decir,
la totalidad del resultado de la actividad económica pertenece, en
adelante, al propietario de la tierra cultivable. De esta manera, la
Repartición Individualista substituye a la Repartición Igualitaria,
como segundo elemento de la actividad económica.
En los primeros 190 mil años
de existencia de los seres humanos,
cuando la Repartición Igualitaria del resultado de la actividad eco-
nómica era hegemónica,
la Fuerza de Trabajo y el Grupo Social
eran la cara y el sello de la misma moneda
. El total de miembros
de la Fuerza de Trabajo era igual al total de miembros del Grupo
Social. Y esto porque, todo el Grupo Social, en forma directa o