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.
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Sé
cuenta que
una
vez dió examen para
saf–
ur
á
un colega suyo, hijo mimapo de un vecino
notable, dueño de títulos
y
dineros, pero escaso,
ca1;i mendicante de ingenio trasmísible
á
su
descendencia.
A
los
18
años, Espinosa Medrano era un
jo~
ven que representaba 25,
Regular estatura, conformación robusta
y
&aná. color oscuro, rostro
y
manos salpicados
f
de muchos lunares negros que le atrnjerQn el
sob1·enombre de
lunare,jo,--bautizo
de colegioque
recibió grado universitario, l:iues, más tarde
fué llamado el doctor Lunarejo ;-ojos negros,
de expresión algo melu.ncólica, mirada concen·
trada
y atrayente, >oz arrogante de timbre so–
noro
y
pronunciación
fácil,
ciirácter suave
y
franco por exelencia que lo hizo amar con en–
tusinsroo por sus discípulos; es el conjunto per·
sonal o1el estudiante aventajado.
Parece que sus votos de castidad los hizo
desde niño
y
supo llenarlos con escrupulosa ab–
negacíón
y
pureza encantadora.,
Tan repetidos eran los progresos en su plan
de estudios
qua á
poco trecho andado en
la ar•
dua
can~ra.
lle
lll.s
letras
he.ble.be.
y
escl'ibia
con