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Las páginas
consagradas
al
poet.11 oordovez
respiran erudición, entusiasmo
y
armonía., pero
los poemas liricos en quechua encierran toda la
poesía acallada largo tiempo en el cor"z6n de
!os haravions peruanos. Perlas que van ca.yendo
una
á
una en cáliz de oro, sus versos nos ha–
cen contemplar las praderas, ya no sólo alegra–
das por la pompa de sus arboledas
y
el zuzurro
de sus corrientes cristalinas, hasta percibir el
aroma qne empapa la brisa de sus tardes cuan-·
do el maíz amarillea
y
la calandria fab1·ica su ni–
do; sino encantadas por el himno celestial del
cristianismo, mostrando al hombre que se re–
costaba solitario y ciego
á
la. escnsa fronda de
los
chacltacomos
y después en fraternal unión,
con luz en sus pupilas
Y.
fé
en su a.trua, reclina–
do bajo la sombra de
la
cruz santa de la reden–
ción.
Llimpic chacc\1.a mayo, suchnrillay
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