-19 -
todo
el cauclal
el~
sus 't'irtudes
y
estudios evan·
g6licos en favor de sus he1·manos los indigenas,
vertiendo al quechua
el
tesoro de su ciencia.
Nada simboliza tan cumplidamente la patrfa
como
Ja
lengua, -ha dicho un escritor bogota.
no,- en ésta se encarna cuanto hiy «;le
mtis
dul–
ce y caro para el individuo y la
familia, deEd':l
la oración a¡n·endidn. del labio materno y los
cuentos referidos al amor de
Ja
lumb1·e hasta la
desolación
qt'le
traen la muerte de los padres
y
~l
apagamiento del hogar; un cantarcillo popu–
lar evoca la imagen de
alegres
fiestas y
un him·
no guerrero, la de gloriosas victorias; en una
tierra estraña, aunque viéramos campos iguales
á
aquéllos
en~
que jugábamos de niños
y
viéra·
mos allí casas como aquélla donde se columpió
nuestra cuna, nos dice el corazón que. si no
oyéramos los acentos de la lengua nativa, des–
hecha todn. ilusión, siempre nos reputaríamos
extranjeros y suspiraríamos por las auras de la
patria (l). La :·ea!idad de esta poesía descrip–
tiva la hemos encontrado al juzgar al doctor
Espinosa Medrano.
(1) Cuervo, Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bo.
gotano,