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LIBRO TERCERO
feo~
pero la p!u ma, que és de Ja ave,
y
ta compone és,
ihui-
1'º
in tototl,
la pluma del pajaro. En efio fe debe poner gran
co
irfado:
porque fe puede muchas
veces,
y
craífamente er–
rar.
Y
porque efio fe cfcribe para Confeífores, adviertan ef–
tos en las
confeíliones,
que
xinachtli,
es
la
femilla;
nnxinach,
es la
fe
milla, que
tengo
para fembrar;
y
noxmacl!Jo, efi
fe·
mmgenitale.
Y
aíli
el
penitente
dice:
nicnocuitia,
ca
oppa
onic–
noc¡ut in noxinacl!]o,
vel,
noquic!!)·o,
vel,
notlacaxinaclryo,
vel,
noquichxinacf;
1
0:
bis
procuravi
mihi
pollutronem;Vel
,genital
e
fe–
men efJudi.
Affi
rambien
para
decir
coo
honefiidad
verenda
mu!tcbria,
fe dice,
ícihuti)'º'
vcl)
icihuanaca)'o;
y
las
del
va–
ron,
ior¡áclmacft:_yo.
Los
otros nombres, que ni fon verbales, ni tienen ter–
minacion amiílible, ni acaban en
hua,
€,
o,
fe quedan_, como
eíbbJn juntos con los
femipronombres.
Como
notlazcan,
mi
cypres:
notelpochpii,
mi mancebito.
Lo
mifmo fucede
en
los nombres, que
acaban
con prepoftcion. Como
calttic,
és
dentro de cafa;
y
nocaUtic,
dentro de mi cafa:
calnahuac,
junto
a
la cafa:
nocalnahuac,
junto
a
mi cafa:
noxochit!a,
mi
jardin.
Huelmé, viejo,
hace,
;whuehuetcauh;
e,
i!ama.,
vieja,
ni/arnatcauh;
mi
viejo,
y
mi
vieja.
Algunas
mugeres, dicen
con melindre mugerit,
nr>telpoticat~in,
mi
mancebo, en lu–
gar de
notelpot~n:
nahuiticatzi1J,mi
ria,cn lugar de
nahuitzin:
tumanticat"Yfn,
mi
madre,
en lugar
de
rxmantrjn.
Pero los
varones no ufan de femcjantes melindres, improprios
de la Lengua.
CAPITULO SEPTIMO
De
la
plrticu
la
pó.
D
E 1
p~rticub
po
con faltillo fe puede ufar,
o
por
Ci
fo–
la, o compucíla con todo genero de nombres;
y
ide
fiem-