D
E . AS T R O NO M
1
A.
I 2
5
n6mka es
igual-
al
ángulo
BIS
ó
GIH
que forman las
dos
Eig.. ·
tangentes. Y
como
suponemos
AK
paralela á
SFIH,
tam•
bien
será
dicha refraccion igual
al
ángulo
BAK.
·
2
5
1 .
Hemos probado ( IV.
2
9
2
)
que como en
las curvas trazadas en virtud de una fuerza de proyeccion
uniforme , y
de
una fuerza central qualquiera, la fuerza
es
la
misma
á
distancias
iguales
del
centro ,
la
velocidad
en
di-
ferentes puntos de la curva es en razon inversa de las
perpe-n-:•
diculares bajadas
á
las ·tangentes en dichos puntos.
·Por
con–
siguiente la velocidad ·del corpúsculo de luz en
Fes
á su ve–
locidad en
.A
,
como
<;G
·es
á
CH
_;
·y
si
hacemos
==
1
~l
radío
C.A
de la tierra , la linea
CH==
y;
la
velocidad en
un punto
F
de
'la
curva,==
v
;
la
velocidad
final en
A,==~
el
ángulo
CAG
ó
la distancia aparente al
zenit ,
==
a,
de
d
CG
,,
c.
sen
a
mo o que
==
sen
a
,
sera
v.==
-y-º
2
5
2
Supongamos que
FA
sea un arco infinitamente
pequeño_, compreendido entre dos lineas rectas finitas
FC'A
AC·,
cuyo
án.guto
FCA
sea
==
dx
;-
tírense
dos tangentes
FI, Al,
la
AL
paralela
á
CF,
la
AQ
perpendicular
á
CF)
y
QO
perpendicular
á
la
cuerda
AOF.
Si la
refracdon
t~
tal
H IG
es igLtal
á
r
,
tendremos en
el
caso de
la
porcio t1
infinitamente pequeña
FCA
==
dx
,.
LIA
==
dr;
porque Iá
una
es
la
diferencial
.del
ángu.rodel ce~tro
C,
y
la otra
el
ángulo
de una tangente de la curva con la tangente que tie~
ne infinitamente próximá-,
y
la suma de
todos
estos
ángulos
es
la
indinacion
de la
última
tangente respecto de
la primera;,
Si
llamamos
CA
i
~
'-
FQ,
,.
d¡;;
{ i
la fuerza
refringente en
F 5:
CHi
/