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ELEf'rlENTOS
Fig. con .un ·rayo
OS,
y ·
que llegado
á
P
le
vé
con un rayo
P
M
paraldb aLpdmero ; digo que .en todo el titmpo que gastQ
el
ojo para
ir
d~
O
á
P,
le parecerá que el astro no se ha
ma–
vi-do ;
quiero decir , que
le
verá
en la misma situacion ,
eri.
la
misma region del cielo '
y
se le figurará el astro inmobil
ó
estacionario.
Porque como no podemos formar juicio
d~
-la
situacion de un astro , sino .es comparándole con
algun
punto del cielo, con algun obgeto, algun astro , algun pja–
no,
alguna linea , sea
OPR
la -Haea
ó
dir~ccion pfi(ni:tiva
que tomamos por término de · cómpa:racion. El á.ngu·lo
son:.·
'y
el ángulo
MP.R
son de todó punto iguales·. , por· se·r
OS
par"alela
á
PM,
s'egun el supuesto ; luego "la distancia apa~
tente de
S
y
M
respecto del término de comparacion
OPR;_
será en· amoos casos ·de
9
o-.~ Por ser esta qistancúa la mis–
ma~ no habrá ninguna señal , ninguna aparieneia de
movi–
miento
en
el obgeto
S
;
y
por lo mismo
le
miraremos como
inmobil.
El que tuviere· esto presente echará de
ver
que,
conforme hemos supuesto, no se puede pércibir el movimien–
to
de un obgeto sino comparándole con otro obgeto. Si no
hubiera en
el
mundo mas que un astro
y
un hombre~
y
fué–
sen ambos llevados con un movimiento comun por los espa-–
cios imaginarios , séría imposible que el hombre percibie–
ra
este movimiento , pues no
.habria
ninguna señal que se
le
diera
á·
conocer.
2
4 7
Si
se nos pregunta ahora ¿quál es
el
obgeto
de
com~aradon,
y_
si
hay_
un
térmíno
fiio,
como
la
linea
OR,
con