L E
Jlll E
N TO S
Fig. mayor qÚe el qúarto de
la
cuerda cuya pdrdon traza , los
rayos reflejos convergen 9no ácia otro_, y forman un ramo
o'puesto
RF
co·n el movimiento de su focus ·
F,
que al prin–
cipio se arrima al punto de incidencia
B,
hasta cierto gra–
do ,
y
despues se aparta de él
á
medida- que la cuerda cuya
porcion traza el
rayo
incidente , se hace m·ayor ; por
ma–
nera que de estos movimientos contrarios de
F
resulta
un
punto de retroceso en
R,
&c.
9
2.
V.
~ando
el
punto
A
·está ~nmedio del radío
b
1
C
,
hallándose entonces
el
punto de retroceso
F
1
á
una dis..
tanda infinita , las asymtotas
BF, BF
·
coincidirán con
el
ege -; y si suponemos que
A
se acerque al centro
C,
los dos
ramos
RF ·; SF
se encontrar~n
á
una distancia finita
AF
del ·
lado opuesto
á
A ---;
por manera que la caustica tendrá
quatro puntos reales de retroceso ; finalmente, llegañdo
A
_
al
centro , la ·caustica
se
teduce
á
un punto
que
tambien
,.
~stá e11: e.l centro.
9
3
:VI.
Ultimamente , quando los rayos incidentes
caen _sobre el lado opuesto del círculo , convergentes ácfa
d,
todas las
canst.icas
serán
las mis!IlaS
que
antes
,
~on
la
diferencia de que lo
que
antes era. real será imaginario ,
Y:
recíprocamente.-
-··
9
4
Muchas de es-tas causticas s"e· pueden construir del
-mismo inodo que la cycloide con corta diferencia. Por egem·
ti -o·,.
plo ,· en
el
caso propuesto
C
9
o ) donde supusin-ios el
pttrito rad~arite
A
en.
la
drcunferencia· , y donde la tangen–
te
BF
de·
la- .,austka
es
il
te-rdó. d~-la
cue~
da
dB
del círcu–
lo