Jobre las Teologfas Nacionales.
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5
ve
a
la controversia.
Hay
en el mundo mas
disputas de esta clase, de que resultan con..
fusiones , perplexidades ,
y
rnalas inteligencias,
de las que comuomente se creen. Si esto acon–
tece en Ios que vi vi mos en un mismo siglo,
en un mismo tiempo,
y
aun hablando una mis–
.ma
lengua iqufoto mas quando se trata con
hombres de quienes nos alejamos tres, 6 qua·
tro mil afios , en lenguas muy diferentes ,
y
pensamientos muy inconexos.
§.
IV.
S
8
A
mas de esta comun perplexidad en
la
genuina significacion de las voces , concur–
ren otras dificultades para hacer dudoso el con–
cepto de nuestras expresiones. La variedad de
los idiomas , la escasez de vocablos en cada
uno,
y
finalmente el uso figurado en las ex–
presiones,
y
modos de hablar. Por lo que mi–
ra
a
la variedad de los idiomas, sabido es quan
reducida sea la extension de un invariable idio–
ma : en un misrno Rey no ,
y
en una misma
Soberania , sin discontinuacion de sus Prnvin–
cias , se hablan ,
y
se hablaron siempre tan di–
ferentes idiomas , que los de una no entiendan
.a
los de la otra , como sucede , no menos en
Es-