t
S
Discurso I.
di era tener algun Dios descontento, que pudie–
se sufragarles , erigieron una solemne ara al
Dios desconocido , qualquiera que fuese. Se
conoce que esto tiene
el
ayre de novela ,
o
cueoto discurrido
a
proposito.
19
No lo tiene menos el que refiere
Pt;!..
dro
Comestor, autor de la Historia. Eclesias–
tica, quien dice, que
hal~andose
'San Dioni–
sio Areopagita en Alexandria al tiempo que el
Salvador del Mundo padecio en
J
erusalen ,
a
vista del grande eclypse de Sol, que sobrevi–
no en aquella hora, crey6 que alguna Divi–
nidad padecia, y que restituido despues
a
Ate:.
nas, erigi6 con este motivo una ara al Dios
desconocid,), que padecia en aquel tiempo,
y
que esta era la ara, que
reconocio San
Pablo
en aquella Ciudad en su evangelica carrera.
Omitimos otras historias sobre el mismo pro–
p6sito de no mayor probabilidad que
la
pre–
cedente (
1).
z
o
San Geronimo dice , qu.e
la
inscri
p–
cion de Atenas, que vio el Apostol, no de–
cia precisamente
Ignoto
Deo
,
6 al Dios des–
conocido ; sino
Diis Asite
,
&
Europte
,
&
Afri-
(1)
Apud
Catmei
Diet.
Bibtic'.
.Ve.rho .dra.
·