Discurso I
I.
dan cirios de dia, porque no se debe inquie–
tar
el espfritu de los Santos : los que esto
no
observaren sean apartados de la comunion ecle–
siastica (
1).
Pero como en aquel
t i
empo en la
Iglesia no se observaba este rito, claro es, que
su uso en exceso debia causar alguna pertur...
bacion.
i
Y
que inconveniente hay entendamos
por la inquietud del espiritu de Jos Santos la
turbacion del sosiego interior , tanw del devo–
to pueblo que concurria
a
los Cementerios, que
eran entonces los lugares de las christianas asam–
bleas , como de los Ministros que en ellas ofi–
ciaban?
§.
VI.
34
Que no
haya sido general costumbre
en la Iglesia encender por
el dia luces , se
per–
cibe bien
del Oficio , que
en distincion
a.
los
mas que se celebran sin luces, se llamo Lu–
cernario , tomando esta denominacion porque
se leia despues de hora de Visperas ,
6
acaso
era el. mismo Oficio de Visperas , que se ce!e..
braba
al
anochecer ,
o
su continuacion. De este
Ofi-
( r) Cereos per diem placuit in Ccemeterio non incendi: in–
quietandi enim spirit us Sanctoruttl non sunt. Qui hcec.non ob–
servaverint, arceantur ab Ecclesia: communione.
Can.
3·4.
Con·
citii 11/iberitani.