Angeles,
y
Demonios.
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dos
á
otra parte del cuerpo ; esto es , cier–
tos
caractéres ,
y
señales emblemáticos , no
menos creídos propios para librarse de los
espíritus malos , como preservativos contra
su
invasion ,
y
evitar des~stres , enferme–
dades , riesgos ,
é
infortunios. Ninguno
mas
diestro en estas composiciones que las Nado~
nes Orientales , singularmente
los
Caldeos, lla...
~ados por su sabiduría Magos. Estos, si cree~
mos
á
la
vulgar antigua tradicion , disponían
en virtud de
sus
taHsmanes de los demonios
á
su agrado , ya ahuyentándolos , ya hacién–
dolos comparecer. Esta práctica , mas famo–
sa
que verídica , estaba fundada en una ri–
dícula teórica. Decían que en los debates de
los buenos,
y
malos Angeles, conseguida viéto–
ria
por los primeros , habían encarcelado los
últimos en el centro de
la
tierra , constitu•
yendo guardas para
impedir su salida ,
y
que sin
embargo de la vigilancia de estas cen–
tinelas , lograban
á
veces salir de sus prisio–
nes , echándose sobre la tierra ,
y
haciendo
en
ella grandes males , hasta ser nuevamente
aprisionados ,
y
encarcelados por los buenos
Angeles. Suponían , pues, los Magos una cien-4~
cia en virtud ~e
algunos caraétéres , en cier-
Tom. II.
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