Discurso IV.
segun se ve en Josepho ,
y
lo notaron aun los
mismos Gentiles (
1).
27
Entre · los Christianos hubo diversas
heregías sobre el culto de los Angeles : tan
'su–
·persticiosamente unos adherieron
á
su adora- ·
cion ,
como
otros se aparta.ron , pretendien–
do cada ,partido proteger
con
las
-Escrituras
Sagradas.
á
-los particuláres
sentimientos.
Pre–
tendían valerse
estos últimos de
lo que lee–
rnos en el Apocalipsi , que San Juan se arra•
jó
á
los pies de un Angel queriendo adorar–
le ,
y
el
Angel ·se lo
prohibió
diciendo ·: ·No
hagas tal , yo soy consiervo tuyo ,
y
de
todos
tus hermanos, que tienen el testimonio de Je.
sus, : adora á
Di.os,(
2).
Parece haberse
olvi"!'- ·
dado San Juan del aviso del Angel ,
y
á
lo úl–
timo de la vision se arrojó segunda vez
á
sus
pies para
adorarle en gratitud de las ·
re ..
velaciones que acababa de hacerle ,
y
recibió
·
la
(1)
Sadducrei enim dicunt , non esse resurreéHonem , neque
Angelum , neque spiritum_. Pharisrei
-qtraque confitentur.
Ae!or.
cap.
2
3. v.8.
.
( 2°}
Et cecidi
ante
pedes
ejus,
Ut
adorarem
eum.
Et
didt
rnihi :
Vide
ne feceris, conservus tuus sum ,
&
fratrum tuo–
rum habentium
testimonium
Jesu.
Deum
adora.
Apocalyps.
,ap.•
19.
v.
10.