24r
1
o
descubrieron patenternente
n pen
amientos , para
que
supie–
ra 1os hasta qué punto aníma
el
1ntere
ontra
Dios,
y
la verdad
a
o
mas
s
bio~
,
y
principales
del
Pueblo.
Lexos
de
aprovecharse
del
milag o de la
Resurreccion
de
La–
zar
,
resolvieron matar
,
no
sola–
tnente
t}
Jerus
,
que era
el Autor del
i
gro,
sino tambien
d
Lazaro
,
en
uien se havia hecho. Acudian
uchas personas
a
verle'
y
él
era
[
e tigo
muy
vivo
contra ellos.
uisieron
matarle ,
creyendo
obs–
u
cer con su muerte el milagro
·. e s
urreccion , mostrando
á
o menos , que el Salvador con
t°'1'
o
l
1oder
no havia podido con•
ervarl
la vida
mucho tiempo.
ensaron en
n1a tarle ,
como
si con
st muerte -yiolenta
pudieran
atar
manos a D ios.
Era ne esario
tambien ,
que
la
~ia
de Jesu-Ch risto reve l ase
al
t
i
este prodigio de maligni
, y
l
cura.
Y
asi no nos
debe-
mos