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Pues
e tU: mano solo brotar pudiera estrema!
La dicha suspirada de nuestra paz, Señor!
Los pueblos nada tienen que tuyo ¡oh Dios no sea,
Tu aliento les dit vida; tu esencia les dá se r;
Si un dia ellos realizan alguna grande idea,
Los deben de tu gr::.cia al ínmortal poder!
Señor! Tuya es la obra
y
como tuya es grande,
Por eso al invocarte mi tierna inspiracion,
Te pide que le auxilies para que alegre ca nte,
Con júbilo en el alma la paz de la Nacion.
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Y tú, Patria mia, que há poco llorabas,
Contando las horas de negra afliccion ,
Que
rn
ayes de muerte, Ja vida exhalabas
Al ver de tus hij os el fiero rencor.
R espira felice,
y
fiera levanta
Con gozo la frente, con
fé
el corazon;
No oyes ¡Hosana! al cielo le canta
Que al
fin
lució el día de paz
y
de unioo.
E l cielo los votos oyó, al fin prolijos,
Levántate ¡Oh Patria! respira feliz;
De hoy mas ser hermanos te juran tus hijos,
La paz es el íris de un grao porvenir!
Levanta,
y
del cielo los bellos colores
Que son el emblema de tu pabellon,
Galanos reví te, ciñendo con flores
1
La frente que ornabas, ayer de crespon .
Enalza en tu diestra la Ley sacrosanta
Y dilf' á tus hijos que el Credo ese es,
Que á pueblos caídos del polvo levanta,
Que dá
á
las naciones virtud
y
poder.
Que ante ella enmudecen rencor
y
pasiones,
Que solo ella mata la guerra civil;
Que torpes caudillos
y
brutos mandones,
Do imperan las leyes no pueden surgir.
Levántate ¡oh Patria! cual nunca dicho a;
Ten
fé
en tu destino, ten
fé
viva en Dios;
L a noche iracunda pasó ya horroro a,
Y hermoso vislumbra de paz
el
albor!
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