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sica, recorrieron las calles de la poblacion y fueron
á
la casa morada del Co–
ronel D. Angel Muniz, donde la concurr'!ncia penetró hasta la sala.
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El Coronel Muniz los recibió con una galanteria esquisita.
• El Coronel de la Sierra le dirijió la palabra en nombre de
la comision,
y en sentido análogo al tratado de paz, union y fraternidad entre los orientales
>
El Coronel Muniz agradeció con sentidas palabras la demostracion que se
le hacia y concluyó por abrazar al coronel de la Sierra y en él á los herma -
nos del partido
colorado.
Esa noche hubo una linda tertulia en casa del se–
ñor Horne.
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En la noche del lunes 29, la comision dió tambien
á
D. Manuel Solsona,
Alcalde Ordinario, una serenata con
la lucida Banda del
3°
de Guardias Na–
cionales, y hubo brindis cambiados en tre este señor y D. Juan .M. de- la Sierra,
señor Antuña y otros mas.
• El coronel de la Sierra tambien fué objeto de demostraciones de simpatia
por parte de la Comision y el pueblo dándole una serenata con
la banda del
Urbano.
El Sr. D. Luis Antuña le dirigió un breve pe10 sentido discurso, y
el Sr. Sierra lo agradeció en otro análogo.
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El martes
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hubieron algunos fuegos y música.
• En el salon
Veneciano
tuvo lugar en esa noche un lucido baile dado por
vários jóvenes de la buena sociedad, y al que concurrió una brillante reunion
de ambos sexos.
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Asi han terminado los festejos, que muy
á
la ligera reseñamos, en la villa
de la Union.
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CANTO
A la paczficacz'on de
la Repúblz'ca t!n la fest ividad del pueblo de la Union.
En medio del ardiente patriótico entusiasmo
Que eléctrico conmueve del pueblo el corazon,
Yo quiero patiia mia, tambien mezclar mi canto,
Yo quiero con sagrarte mi tierna inspiracion.
Retempla tu amor santo las cuerdas de mi lira,
Desciende hasta mi mente el númen tutelar,
Y en luz celeste bañe mi alma conmovida
Para cantar del Pueblo la bendecida paz.
La paz, don venturoso, emanacion del cielo,
Que hermana
á
los he1manos, como lo quiere Dios
La paz que cambia hon ores en dichas y consuelo,
Y estrecha y fortifica los vínculos de 3mor.
La paz que ''uelve airosa la faz adolorida
De nuestra Madre Patria, que tanto sufrió yá
La paz que de los pueblos es manantial de vida,
La paz que no debimos desescuchar jamás.
Oh Dios! cantar no puedo ventura tan suprema
Sin invocar tu nomb1e, sin demandar tu amor,