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imposible ir á protejer el desembarque de las iufanterias, por que
el
enemigo
se ha interpuesto entre el ejército y el puerto.
" Debiendo garantir
el
éxito de una batalla, creí mas convenien te venir ayer
á
owpar una brillan te posicion al pié de los Cerros de Betel, formando
u~a
línea circular inespugnable. E l enemi go avanzó entonces con todo el aparato
de un ataque decisivo, pero se detuvo ante
la seguridad de
la derrota, redu·
ciéndose á correr sus fuerzas de uno
Ít
otro costado, para tratar
de hacerme
mover la línea y flanquearme en seguida.
" En el dia de ayer se hicieron de parte á parte muchos disparos de cn–
i'lon, obligando nuestros fuegos á callar los del enemigo. Las guerrillas de
in.
fanteria han sido continuas ayer y hoy, pero sin resultado de importancia.
" H oy por la mañana el enemigo empezó á correr sus fuerzas sobre nuestra
izquierda, y en seguida desprendió hácia el puerto del Inglés, una columna
de
1000
hombres; el resto de su ejército ha quedado á nuestro
frente, pero
en posiciones ventajosas.
" Decidido á no aventurar una batalla sin
la seguridad del triunfo, como
lo ha recomendado S. E. el señor Presidente de R epública, no he querido
llevar el ataque y comprometer el combate; pero aprovecho el debilitamiento
de la línea enemiga para efech1ar en la noche una operacion que me pondrá
en contacto con la capital.
" Seré feliz en ello, y puede ordenar V . E . que vuelvan Jos vapores.
" Al aproximarme no descuidaré mandar aviso
á
V. E . Ahora solo me
resta agregar que la decision y el entusiasmo del ejército han justificado mis
esfuerzos.
" Dios guarde
á
V. E . muchos anos.
J osé
G.
Suarez."
SEGUNDA CARTA
',
Sr. Dr. D. J osé P.
Ra1nirez .
" Cerros de
Bete~
Diciembre
22
de 1870.
" Querido amigo :
" Quiero ser el primero en referir al Director de
El Siglo
para que lo
trasmita por boletín
á
sus numerosos lectores, las operaciones de estos últimos
dias.
" E l
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el enemigo se redujo
á
avanzar hasta el paso real de Solis reti–
rándose por la noche.
" En la mañana del
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retrocedimos una legua y vinimos á ocupar la falda
de los C<!rros de Betel tomando una posicion inespugnable.
'· A la espalda de la sierra que defendia
tambien nuestra derecha
y
á
la
izquierda dos cañadas barrancosas, pedregosas, llenas de matorrales espinos os.
'' A la retaguardia nos queda una abra donde echamos nuestras caballadas
y por donde podemos recoger ganado.
" La vanguardia quedó defendiendo
el
paso y lo sosruvo hasta las
1 2
hora
en que
el
enemigo avanzó en masa y con audacia.
" Entonces la vanguardia vino
á
ocupar la derecha.