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trepidado en aceptar aquel nombramien to, con el firme propósito de rendir un
nuevo servicio á la causa á que he consagrado la mayor parte de mi vida.
"
Concittdadanosl-Cuando
las instituciones son amagadas por los hombres
acostumbrados á no obedecer otra ley que la de su capricho y convenien–
cias personales, hollando las leyes y los mas sanos principios de moral,
igualdad y justicia, deber es de todo oriental, concurrir presuroso á rodear al
Gobierno constitucional, para mantener incólume el principio de autoridad.
" La indiferencia por parte de los Orientales en momentos de tan supremo
peligro para el país, debe cqnsiderarse como un delito de lesa-patria.
"
Compatriotas:
en nombre de las instih1ciones, en nombre de la santa
causa de la libertad preciosa, legado de
nuestro~
padres, conquistada en los
campos de batalla con su sangre, os invito á que forme is en las filas de los
sostenedores del Gobierno, para hacer mas eficaz y poderosa la defensa de
nuestra causa.
" Con vosotros compartirá los azares de la guerra vuestro compatriota y
amigo.
José Gregorio Suarez.
Mientras el General gubernista no descansaba un instante,
echando mano de toda clase de medios para reunir y organizar
un ejército, el gobierno de Batlle y sus partidarios de Montevi–
deo se apr estaban para la lucha.
Se r eunen los últimos la noche del 19 de Agosto y nombran
una comision compuesta d e los señores Coroneles Rebollo y
Boedo, General Costa, doctores Ramirez, V elazco, Martinez,
Ellauri, H e rrera y Obes y Rucker, y los ciudadanos D. Juan
A. Magariños, Aguiar, Vidal, Trianon y Gurmendez, con el fin
de que se aproximasen al Gobierno, como así lo hicieron, mani–
festándole «que estaban dispuestos á levantar el espíritu público
y robustecer la accion del partido colorado contra la r evol ucion
encabezada por Aparicio y Medina , influyendo por todos los
medios para que se llevasen al Gobie rno los ci udadanos que re–
presentasen la tradiccion mas p ura, y que dignificáran y enalte–
ciesen la causa del partido ,>.
Debido á este p aso, ó coincidiendo con él, renunciaron el ge–
neral Possolo del Ministerio d e la Guerra y el Sr. Bustamañte
del d e Gobie rno, nombrándose para reemplaza rlos al coronel
Ordoñ ez para el prime r puesto y al Sr. T orr es para el último.
Renunció t ambien el Dr. Vilaza del comando del batallon Union
y
se nombró en s u r eemplazo al señor Paulli er, nombrándose
igualmente al coronel Latorrf' jefe del 1°. de Cazadores por ha–
ber desertado el coronel Olave.
El General Batlle declara el dia 23 de Agosto en estado de