-¿Quién se cómé mi casa?
Miró hacia arriba la muca y divisÓ a l gusano.
-Hola amigo, ¿qué haces allí?
- Como corazones de choclo, contestó el gusano con voz engolada.
-¡Ay! esta vez sí que te comeré. Bien veo que luces gordo y magnífico.
-No me comerás, gritó el gusano, pues daré de voces y vendrán los dueños de
estos sembríos y darán muerte no sólo a tí sino a todas las jarachupas del valle.
La muca aterrorizada no quiso oír más y huyó presurosa.
Triunfante se pavoneaba el utushcuro, después del engaño, cuando ¡zas! pasó
por allí un chihuanco y de un picotazo se comió al gusano.