Cap. 3 de vn eclypse de sol q(ue) dizen q(ue) uuo antigua–
m(en)te
en toda esta historia y fabulas no he podido aueriguar
el
or–
den y succession de ellas q(ua)! fue primer
y
q(ua)l despues
porq(ue) son todas cosas antiquísimas, mas
pod~a
ser ques pa(ra)
quando esto se buelua a escreuir •lo tenga sabido o a lo menos lo
mas verisimii.- Quentan pues. q(ue) tambien en aq(uellos) anti–
quísimos t(iem)pos e desaparecio el sol y estuuo obscura la tierra
por espacio y termino de cinco dias y q(ue) las piedras se encon–
trauan y dauan vnas con otra-s y q(ue) los morteros q(ue) .Jos
y(ndi)os llaman mutca, y los batanes de piedra q(ue) llaman ma–
rap se leuantauan contra sus dueños y se los querían <comer >
tragar, y q(ue) ·los carneros assi los q(ue) estauan amarrados en
las casas, como los del campo arremetían con sus <duenos> se–
nores. Esto podría ser q(ue) fuese algo del eolYJPse q(ua)l q(ue)
q(uan)do murio n(uest)ro rredeptor uuo, mas a buena razon aca
no puido
alcan~ar
porq(ue) a la hora q(ue) fue en aq(ue)l emis–
pherio de dia y •por el co(n)sig(uiente)
eA
el ipse seria de noche
en este; mas el encontrarse de las piedras pudo ser y sobre esto
anadiria(n) los authores de mentira de esta gente lo demas refe–
rido, Porq(ue) tambien no teniendo reloxes como pudie[ r] on
sauer q(ue)l sol falto cinco dias, si el dia lo co(n)tamos por la
pres(enci)a del sol y su aus(enci)a
Comparando esta versión con el texto quichua, se siente uno insti–
gado a emprender un doble examen : ¿En qué medida sobrepasa la ver–
sión castellana al contenido de la quichua? ¿Se reproduce realmente en
la versión castellana el sentido del original, o queda éste deformado ?
En cuanto a la cuestión primera, está a la vista que Avi•la, en la ver–
sión destinada al lector español , comenta desde un punto de vista cris–
tiano la materia mitológica comunicada por ·los indios, ·intentando dar
rasgos de metáfora a parte de ellas y calificar de mentiras al resto, por
medio de reAexiones críticas. Sin embargo, este comentario no impide
la comprensión ele! sentido fundamental, ya que se di stingue fácilmente
ele ija parte narrativa auténtica. Más d ecisivo es el problema de si
esta ú-ltima que constituye la reproducción de la materia etnográ–
fi ca, es realmente fid edigna. Pre cincli enclo de a.!gunas libertades (por
ejemplo, en la frase "se levantaban contra sus dueños y se los querían
t~agar"),
que en parte traspasan los límites <le lo permitido con vistas a
una versión fiel del original, es includablement·e errónea la frase "los car-